El mensaje del reciente desfile de La Villita fue claro: Estamos aquí, pertenecemos, contribuimos.
Sept 22, 2025, 12:36pm GMT-5
Este año, el Desfile del Día de la Independencia de México en el vecindario de La Villita fue más que una celebración; fue una declaración. Una declaración de cultura y espíritu, de perseverancia y persistencia, de resistencia y resiliencia. A medida que miles llenaban la Calle 26, Chicago e Illinois fueron testigos del orgullo y poder inquebrantables de una comunidad que ha llevado a la ciudad hacia adelante durante mucho tiempo.
El vecindario de La Villita no es ajeno a la adversidad. A la sombra de las amenazas de Washington D.C., y con la presencia inminente de agentes del Servicio Inmigración y Control de Aduanas (ICE) muchas comunidades podrían haberse escondido.
En cambio, La Villita se mantuvo firme. Familias, trabajadores, jóvenes y ancianos se reunieron, agitando banderas y llenando las calles de música, color y alegría. Mostraron al mundo que nuestra comunidad no está definida por el miedo, sino por la valentía. No nos debilitamos bajo presión, sino que nos fortalecemos por la persistencia.
El desfile también fue una muestra de solidaridad. Funcionarios electos, negocios locales, sindicatos, organizaciones sin fines de lucro y aliados de todo Illinois se unieron en apoyo, no como invitados, sino como socios en una visión compartida para el futuro. Juntos, celebraron una comunidad de Chicago que continúa empoderando a su gente, fomentando el bienestar, cultivando la resiliencia, defendiendo los derechos humanos y construyendo la paz, cuadra por cuadra.
Esto no es una hazaña menor. La Villita, hogar de la segunda base impositiva más grande de la ciudad de Chicago, es una piedra angular de la vitalidad económica de nuestra ciudad. Sin embargo, más allá de la economía, es un latido cultural que le da a Chicago su vitalidad, sabor y carácter. Cuando La Villita prospera, Chicago prospera.
El mensaje del desfile de este año fue claro: Estamos aquí. Pertenecemos. Contribuimos. Y continuaremos resistiendo la injusticia mientras celebramos la vida, la herencia y la comunidad.
En un momento en que se siembra la división desde las más altas oficinas del país, La Villita ofreció una visión de unidad. En un tiempo en que las comunidades están bajo asedio, La Villita bailó, marchó y cantó por la libertad. En un momento en que el miedo se empuña como un arma, La Villitanos recordó que el amor, la cultura y la perseverancia son más fuertes.
El desfile no fue sólo una celebración de la independencia mexicana; fue una celebración del espíritu de La Villita y de todas las comunidades inmigrantes que se niegan a ser silenciadas. Fue un recordatorio de que la resiliencia es hermosa y que la resistencia, cuando se alimenta de cultura y comunidad, es imparable.
Chicago y la nación deberían tomar nota: El vecindario de La Villita es digno de celebración. Siempre.
Marcela Rodríguez, codirectora ejecutiva, Enlace Chicago